abril 24, 2013

Mi libro, El hada de los castigos

Amigos, les presento mi libro, "El hada de los castigos" editado por Ediciones COBO de Venezuela, el cual es escrito e ilustrado por este servidor. Estoy súper feliz, y aunque ya está en librerias Tecniciencias de Venezuela, lo estaremos bautizando el sábado 4 de mayo de 2013 a la 1:00 pm en el Salón Obelisco de Plaza Altamira, en el marco de la Feria del Libro de Chacao. Gracias a todos por el apoyo!!







abril 08, 2013



Perezas amenazadas (Columna Trompo En La Uña, diario La Región 7 de Abril de 2013)


Perezas amenazadas
Las garras se aferran con fuerza a la tierra. Aunque es una cría, es complejo poder moverla del propio suelo por dónde se arrastra, luego de haber realizado la travesía de cruzar una calle que, por suerte, no es una de las más transitadas del municipio Los Salias. La Pilosa, mamífero conocido como pereza o perezoso, pertenece a la familia de los folívoros del cual existen más de 50 géneros distintos aunque puede agruparse en dos grupos: de dos dedos y de tres dedos. Pueden llegar a medir más de un metro y se caracterizan por sus movimientos lentos y usar la mayor parte del tiempo para dormir.
Estos indefensos mamíferos son típicos  de los bosques tropicales de América Central y del Sur, y en San Antonio de los Altos, protagonistas del abandono por parte de las autoridades competentes. Aunque existen políticas ambientales en el país para la conservación de la diversidad biológica y solicitudes de medidas de protección para la fauna silvestre ante la fiscalía, la realidad es que  es poco, en materia de salvaguardar especies.
A diferencia de otros países latinoamericanos en los que se encarna una lucha férrea para la protección de biodiversidad, la realidad venezolana y en nuestro particular, del municipio Los Salias y los Altos Mirandinos, las políticas son casi nulas. La presencia del pequeño mamífero, según denuncian los vecinos de la comunidad, ha venido mermando. La ocupación del hábitat natural del perezoso en el municipio parece la causa más probable a primera vista. Aunque existen ordenanzas municipales es preocupante el tema de la tala de los bosques para la construcción de viviendas y algunos complejos habitacionales. A esto se suman los tendidos eléctricos y el tránsito de vehículos que terminan siendo mortales para las perezas. San Antonio ya no es seguro para ellas.
Para los habitantes de esta localidad no es un secreto la disminución de  especímenes del perezoso quién reinaba en casi todo el municipio y era frecuente verlos trepados de árboles, cruzando alguna carretera, solos o con sus crías. Hoy lamentablemente son presa de un  cerco que se ha venido realizando debido a la intervención humana y que las mantiene acorraladas, a los pocos especímenes que quedan, en las zonas de Potrerito, El Cambural, La Suiza y San Luís, entre otras.
“No existe ningún censo municipal y puedo afirmar que tampoco nacional” explica Gabriel Mazzei, encargado de la dirección de ambiente del municipio Los Salias (el único funcionario). “Nunca se han tomado medidas acertadas para este tema. Quizás pueda que exista alguna tesis universitaria, pero nada más” termina por agregar Mazzei, declaración que coincide con la de Iraima Fehr, de la dirección de ambiente de la Gobernación del estado Miranda.
Por su parte el MINAMB, no ofrece respuestas claras ante las consultas con respecto a las perezas. Dentro del ente gubernamental se desconoce datos sobre el mamífero, y es casi una hazaña poder dar con alguna declaración oficial. A la fecha, luego de intentar recabar información con su personal, aún espero respuesta de Jesús Manzanilla; Director General de la Oficina de Diversidad Biológica del MPPA, única voz autorizada para responder las dudas al respecto.
Sin embargo, el propio Manzanilla declaró que las listas oficiales de especies amenazadas no se actualizan desde 1999, pero que se renovarían próximamente, según una información tomada de AVN y publicada en agosto del año pasado. Aunque existen universidades e instituciones que abogan por la fauna amenazada, lo cierto es que el daño avanza en un país en el que la anarquía reina por encima de cualquier iniciativa.
En octubre de 1996 se emitió el Decreto Nº 1.486 de la Gaceta Oficial 36.062 en el que se daba un listado oficial de 47 animales en peligro de extinción, que incluyó a 22 mamíferos, 11 aves, 8 reptiles y 6 anfibios. Sin embargo, el perezoso no aparece mencionado, así como tampoco en el Libro Rojo de la Fauna Venezolana, en el que sólo se nombra a la pereza de dos dedos del Zulia, en un nivel “casi amenazado”. 
Lo cierto es que un país en el que impunidad por delitos, considerados mayores, es elevada; sería absurdo esperar respuestas más acertadas para con el medio ambiente, secundario para muchas personas. Y es que  aunque se han intentado realizar algunas campañas tímidamente por parte de la Alcaldía de Los Salias, los intentos parecen fallidos por falta de apoyo en la Cámara Municipal, según me hacen saber algunas fuentes.
Pero mientras la burocracia y la decidía hacen de las suyas, los perezosos de San Antonio de Los Altos viven su calvario. Y es que el peligro en Los Salias no sólo puede ser, aparentemente “legal” por construcciones con sus debidas permisologías. Los constantes incendios provocados por personas inescrupulosas, como denuncian vecinos de las urbanización La Peña y El Cambural; algunos para la invasión y otros para la siembra en terrenos en la zona de protección de La Mariposa, parece terminar de reducir el cerco y casi colocar a las perezas y sus movimientos lentos, en una carrera por su supervivencia.


La realidad es alarmante para Venezuela. Los refugios de fauna silvestre junto a las reservas,  son las únicas Áreas Bajo Régimen de Administración Especial existentes para la conservación de la fauna autóctona de nuestro país. Los santuarios de fauna silvestre, una tercera categoría  no existe en Venezuela. Las anteriores se encuentran reguladas por la Ley de Protección de la Fauna Silvestre de la década del 70. Las autoridades, como en el caso del municipio Los Salias, no se dan abasto para dar protección a las zonas más frágiles ante los embates del ser humano, y los problemas como la inseguridad, mantenimiento y otros, aparecen por encima como prioridades.

 Si a todo esto sumamos la falta de mentalidad “verde” de algunos vecinos que cubren con concreto las parcelas de las casas, y la contaminación, parece casi sentenciada la vida de estos indefensos animalitos, que únicamente necesitan de respeto.