diciembre 01, 2014

Llegó diciembre…



Llegó diciembre… (Columna Trompo En La Uña, diario La Región, 30 de noviembre de 2014)b

Llegó diciembre y todo se vislumbra peor. Siento que perdí un año de teclear y teclear, de dibujar y dibujar intentando advertirles  lo que vivimos hoy día. Una lechuga que llegó en el mercado paralelo a pasar la barrera de los 140.000 Bs  (para dejar de caernos a mentiras con el cuento del Bolívar fuerte) y continúa subiendo como resultado de todas las mafias que creó el gobierno, de los chanchullos que han hecho con el control cambiario, pero de los que no hay un solo preso. La consecuencia la sabemos, ya es absurdo repetirla, no lo debo contar porque usted lo vive cada día cuando hace su colita por algún rubro de la cesta básica, y de la no tan básica, o cuando abre su billetera para sacar sus devaluados bolívares y pagar los absurdos precios que ahora toca cancelar cada vez que consumimos algo. Finalmente toca seguir comprando como he representado en mis caricaturas: animales de costumbre que hasta expresamos: “está barato”, cuando sabemos que lejanamente dicha expresión es cierta, pero son tan absurdos los precios que si encontramos algo, algunos cobres más barato, nos parece accesible.

Llegó diciembre y la esperanza de tener vivienda y automóvil para muchos es nula. Si tener comida, desodorante y medicinas es complejo, lo anterior es imposible. Sin embargo luchamos inútilmente contra la corriente y nos hacemos la idea en nuestra mentes que todo está bien, que vivimos y no sobrevivimos, que el país no está tan mal… ¿no viste el centro comercial ayer? En Daka y Sara hay rebajas obligadas y la gente se agolpa como hormigas frente a un caramelo. Se empujan, insultan esperando por horas para poder acceder a las súper ofertas (nada más lejano a la realidad).
Caemos una y otra vez en el juego, por negocio, otros por necesidad, muchos por aprovechar, pero ninguno sin pensar en el país, en el daño que hace dichas medidas populistas que destruyen el aparato productivo del país, a los que dan trabajo, porque es una realidad que el gobierno no puede dar chamba a 28 millones de venezolanos.

La crisis que ha provocado este gobierno, como dije los últimos once meses y los anteriores doce, y así sucesivamente, no tiene precedentes. Ya lo dijimos, por mucho menos en el pasado cayeron gobiernos, el pueblo se levantó y reclamó. Sin embargo hoy en día la pasividad y una falta de compromiso con el país son extremos. Aplaudimos que el presidente toque la tumbadora junto a costosos artistas que son traídos como parte de la vieja estrategia del “Panem et circenses”, o pan y circo, que sí nos procura el gobierno para distraer a los mas desprevenidos, a los menos comprometidos con el país, a todos aquellos para los que Venezuela solo es un lugar en el que vivir, pero no su patria. Es lamentable que en pleno siglo XXI pasen estas cosas. Escuchaba una gaita del grupo Saladillo en la que, por allá por los ochenta, describían escenarios similares a los que vivimos hoy en día, sin embargo ninguna enseñanza quedó, ningún aprendizaje guardamos en nuestras mentes. Nos sembraron la flojera, la pasividad y la falta de sentido de pertenencia. Nos usan, nos dividen, nos niegan lo básico, pero aun así nos hincamos y aplaudimos.

A ti que me lees te digo: Si lamentablemente no sientes nada en lo absoluto por tu país lo siento por tus hijos, sobrinos o nietos, porque a ellos les legarás tu ignorancia, la misma que permitió la destrucción de tu país, de Venezuela. Es lamentable que lleguemos a diciembre y la única nueva es que por fin un año no hay elecciones en el mes último. De resto sólo veo terror, desesperanza y una crónica de una muerte anunciada a la que nadie le está prestando la debida atención y que terminará, tarde o temprano, en un descalabro monumental, uno como el que vivimos pero elevado a la máxima potencia.

No te pido que dejes de celebrar la navidad, yo no lo haré. Llega diciembre y no pienso dejar de celebrarla como pueda, porque hasta durante las guerras mundiales los soldados en el frente de la batalla, en medio del fragor, hicieron un cese al fuego para celebrar el nacimiento del Señor. En la navidad de 1914, en medio del horror de las trincheras de la Primera Guerra Mundial, soldados franceses, alemanes y británicos, intercambiaron cigarrillos, enterraron a los muertos cuyos cuerpos se descomponían en “tierra de nadie” y confraternizaron en un episodio conocido simplemente como el “cese al fuego”. Aunque nuestra realidad es distante a la de aquellos pobre hombres, ciertamente no podemos dejar de robarnos la oportunidad de dar amor, amistad, de compartir y reír, porque la vida continúa mientras algunos intentan destruir lo poco que queda del país. Sin embargo la reflexión es para aquellos que en sus mentes, en sus corazones no ha estado y seguramente estará en ninguna de sus uvas, el país que pide a gritos nuestra ayuda, nuestra atención.

Únicamente te pido que reflexiones, que intentes despertar y sacar de tu corazón, de tu mente ese paño rojo que no te deja elegir, que no permite comparar, criticar y exigir. Lo he repetido hasta el cansancio estos once meses: no es cuestión de ser oficialista u opositor, sino de ser venezolano, de sentir el gentilicio y luchar con las armas que nos da la democracia, la constitución para cambiar nuestro presente y regalar un futuro promisorio, fructífero para todos por igual. No pretendo que tengas menos, yo quiero más, pero necesitamos un gobierno que nos procure abundancia y que resuelva sus problemas para poder propiciar el crecimiento del país.


Hoy reflexiona, mira más allá de lo que te dejan ver y celebra que llegó diciembre, pero no olvides que la crisis no toma vacaciones, que la semana que viene todo estará más costoso que hoy. En las pascuas no olvides a tu país.  


Fernando Pinilla

2 comentarios:

  1. excelente ,cada día lo haces mejor si lo celebras pero cada año menos luces vemos por las ventanas, acaso sera el fin de la navidad en las grandes ciudades??

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  2. excelente ,cada día lo haces mejor si lo celebras pero cada año menos luces vemos por las ventanas, acaso sera el fin de la navidad en las grandes ciudades??

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