agosto 22, 2011
Planes desestabilizadores y magnicidio
Planes desestabilizadores y magnicidio (Columna "Trompo en la uña" diario La Región, 21 de Agosto de 2011)
Las incongruencias están a la orden del día. A su regreso al país luego de recibir la segunda fase de la supuesta quimioterapia, hasta ahora nadie con bata que no sea Fidel en la de dormir, ha certificado la enfermedad, el primer mandatario ha vuelto a denunciar presuntos planes desestabilizadores contra su gobierno, llámese su persona, de la mano de los mismos de siempre; la oposición.
El problema radica en la poca credibilidad que se puede tener ante estas denuncias, cuando han sido cotidianas las mismas en los doce años de gobierno. Muchas cosas se tejen en política, no descarto las teorías más inverosímiles tratándose de la ambición que desborda lo que suelo llamar de forma despectiva: “el coroto”. Al adentrarse en los caminos oscuros de esta, solo se desemboca en la gran verdad, que la política es sucia y son más los politiqueros que los verdaderos políticos, estén teñidos del color que sea.
Pero una cosa he aprendido y es que no se puede tapar el sol con un dedo porque serían muchos los rayos que terminarían colándose y alumbrando, las pruebas siempre existirían del intento fallido. En el tema de las denuncias sistemáticas que ha hecho desde el año 1999 el primer mandatario sobre planes conspirativos, pocas pruebas hay. Solo sabemos que la oposición, presuntamente solo trabaja para desestabilizar la revolución y a su vez acabar con la vida del meeesmísimo ídolo, de la teofanía del único credo o supuesta filosofía existente en las filas oficialistas: “sí comandante”. Claro está, como siempre financiado por los fondos oscuros del imperio en todas sus versiones de turno: “mister danger” George W. Bush, Álvaro Uribe Vélez en representación de las oligarquías descendientes de Francisco de Paula Santander y “El negro” (Afro descendiente) Barack Obama.
S
in embargo como suele suceder solo escuchamos de planes, de conspiraciones, de supuestos contactos, de miembros de la inteligencia cubana, nicaragüense y venezolana; pero así como con su enfermedad, nunca recibimos pruebas palpables, contrario a las que vemos a diario de lo nefasto de esta administración. El sol no se puede tapar con un dedo, vuelvo y lo repito.
En julio de 1999 fue la primera vez que el gobierno denunció un plan para acabar con la vida del presidente y de esta manera terminar con la revolución. Al final la DISIP detuvo en Puerto Ordaz a un campesino por portar un rifle y cartuchos calibre 22. Nunca se demostró nada, pero si se usó la palabra Magnicidio y desde entonces recurrentemente, se ha usado para esgrimir la perfecta excusa y desviar la atención de las realidades. Ese mismo año pero en diciembre, fue Fidel Castro quien se encargaría de denunciar otro atentado, esta vez de la mano de grupos anticastristas desde Miami.
Luego de los sucesos de 2002, aún sin esclarecer en su mayoría, en julio de 2003 Chávez denunciaría otro intento de magnicidio ahora desde República Dominicana y culpó directamente al finado ex presidente Carlos Andrés Pérez. En mayo de 2004 el presidente revelaría que en EEUU “hay gente que se la pasa pensando en cómo hacer para que en Venezuela haya una guerra y luego justificar una invasión. Y una de las vías en las que han pensado es el magnicidio”. En octubre nuevamente alertaría sobre avisos de planes gestándose en Venezuela.
En 2005 le declararía a José Vicente Rangel en una entrevista que no descartaba un magnicidio, y que estaba esperando para mostrar sorpresas, pero nos quedamos con los crespos hechos, para variar, nunca se dijo, ni se comprobó nada.
En septiembre de 2006 y cercano a las elecciones presidenciales de ese mismo año, circuló el rumor de una alianza estratégica con la administración Bush por parte de la oligarquía, luego en febrero de 2007 el mismo presidente reveló tener información "muy fresca" sobre nuevos planes de atentados en su contra, pero no ofreció más detalles y luego de las protestas contra el cierre de RCTV, se comenzó a denunciar estas como intentos desestabilizadores. En septiembre de 2008 denunció un intento de magnicidio y golpe de Estado, que habría sido planeado por militares en activo y retirados con el apoyo de EEUU, ese mismo año expulsa al embajador norteamericano por planes en su contra. En junio de 2009 denuncia a EEUU y a Posada Carriles de planificar lanzar cohetes a su avión cuando este llegara a San Salvador, sin embargo, su san salvador en esa ocasión fue su homólogo Daniel Ortega.
En 2009 serían Manuel Rosales, Pablo Pérez y Cesar Pérez Vivas los encargados de los planes de magnicidio, los dos últimos con la idea de importar paramilitares al país. En Julio de 2010 Chávez denuncia conspiración internacional y atentados en su contra impulsados por Estados Unidos y Colombia, cuando conocimos el nombre en clave del presidente, el famoso “Mauricio”.
En septiembre de 2010 Roy Chaderton denunciaría al diario El Nacional, por el contenido de una mancheta incitando al magnicidio. Ese mismo año en noviembre, durante el “hallacazo” en Plaza Caracas denuncia que el dueño de un canal, prófugo de la ley y la extrema derecha tienen 100 millones de dólares para aquel que acabara con su vida. 2011 no ha escapado a los planes en su contra los cuales son nombrados constantemente, sin embargo, el pequeño detalle tras cada denuncia que se hace, es que las pruebas faltan; es la palabra viciada como único testimonio sobre acusaciones tan graves, que jamás vienen fundamentadas por algo sólido. Al final de la historia, los rumores suben y bajan, se disipan como el Alka Seltzer. Pero mientras le queden días a este gobierno, y peor, quienes acrediten sin recibir pruebas, se tejerán los complots más increíbles en su contra. Y mientras se lucha contra los rivales de la revolución, los enemigos del país: La inseguridad, la inflación, la escasez, la corrupción, y tantos otros son el único magnicidio latente, los únicos que desestabilizan al país y acaban con las oportunidades.
Fernando Pinilla
No hay comentarios.:
Publicar un comentario