Hay detalles que no son dinero, no son viajes o ropa fina, pero que pueden moverte el alma como ninguno. Hace unos años comencé con la tarea titánica de intentar escribir. Hoy con dos libros publicados, escritos e ilustrados por mí, son muchas las sensaciones que experimento por un oficio que respeto y del cual se que me falta mucho por aprender.
Esta foto es un regalo, un premio, un mensaje de aliento y de fuerza. Que en Bogotá, Colombia, usen mis libros para estudiar y que los niños los adoren y me envíen estas fotos, es quizás un momento para detenerme, mirar atrás y decir: ¡GRACIAS DIOS por todo!
Alumnas del 4to grado de primaria, colegio Toberín. Sede "B" Babilonia. Bogotá, Colombia.
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